Salamanca es una ciudad cultural ideal para disfrutar de una escapada de fin de semana ya que es pequeña pero tiene mucho que ofrecer. Desde Nativics hemos preparado este plan que incluye 2 noches de hotel en el centro de la ciudad y un maravilloso itinerario para que no te pierdas nada.


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desde
€71
por persona

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Detalles de la experiencia

Guía de viaje de Fin de semana en Salamanca

Día 1:

Llegada a Salamanca y primera toma de contacto

Salamanca es una ciudad de Castilla León que presume de ser Patrimonio de la Humanidad. Su centro histórico se recorre fácilmente caminando y en él se emplazan los monumentos más importantes de la ciudad como la Universidad, la Catedral o la Plaza Mayor. Sin duda, una ciudad universitaria llena de cultura, arte y leyendas.  


Nada más llegar a Salamanca, acomódate en el hotel y sal a descubrir un poco de esta ciudad histórica. Puedes aprovechar para visitar la Plaza Mayor, llena de vida, bares y restaurantes, ideal donde comer o cenar.  También puedes darte una vuelta por el Barrio del Oeste, el barrio más alternativo de la ciudad repleto de arte urbano. 


Durante la noche, puedes disfrutar de cenar bien en cualquiera de sus restaurantes en la misma Plaza Mayor y del animado ambiente universitario de la ciudad pero…¡ojo con trasnochar que mañana hay que madrugar!




¿Qué verás hoy?

Día 2:

Descubriendo el Patrimonio de Salamanca

Este día empezará por la Plaza Mayor, lugar ideal donde tomar un café o desayunar. Junto a ella, está el conjunto catedralicio donde se alzan la Catedral Nueva y la Catedral Vieja, una anexa a la otra.  Si quieres entrar en ellas, las entradas se adquieren en el mismo templo o en su web. Aunque ya te anticipamos que su famosa fachada es el mayor reclamo y puedes ver a niños y adultos jugando a encontrar alguno de los elementos que esconde. En la fachada de la Catedral Nueva, deberás encontrar un astronauta y un dragón con un helado. Si vas con niños, seguro que esto les mantendrá un buen rato entretenidos… 

Una vez descubras la Catedral, accediendo desde la exposición del Ieronimus, subirás a la Torres de la Catedral, desde donde podrás pasear por las terrazas que dan al interior del templo y ver las vistas a la ciudad. 


Desde esta torre mirador, continuaremos hasta la Universidad de Salamanca, un edificio histórico de más de 800 años y un referente académico por ser la primera universidad de España. Esta fachada también es el reclamo de muchos visitantes que se quedan delante de ella hasta encontrar al animalito que hay escondido: una pequeña rana. Una vez halles la famosa rana universitaria, dirígete hacia la Casa de las Conchas. El nombre se debe a que su fachada está repleta de conchas. Si quieres ver el patio interior y la biblioteca, la entrada es libre aunque, sin duda, lo que más llama la atención es su exterior.  Justo en frente de la Casa de las Conchas, se ubica la Clerecía, como se llama al Real Colegio del Espíritu Santo de la Compañía de Jesús. La parte que vamos a visitar serán sus torres subiendo a través de la Scala Coeli, una escalera al cielo. Desde arriba se divisan unas vistas espectaculares de toda la ciudad. En la misma plaza, encontrarás la Universidad Pontificia por la que pasarás por delante antes de hacer una parada técnica para comer. En la Plaza Mayor y alrededores se ubican una gran variedad de restaurantes de comida tradicional y de comida más creativa. Aprovecha para probar el jamón de Guijuelo o algunos de sus quesos y bollos rellenos o degustar alguno de sus platos típicos como la chanfaina, la carne de morucha, las lentejas de la Armuña o las patatas meneás. ¡Qué rico está todo!


Por la tarde, bajando por la calle Meléndez, llegarás hasta el Puente Romano. Pasea por encima de sus muros mientras contemplas las vistas a Salamanca y atraviesas el río Tormes para luego regresar por el mismo puente y caminar hasta Casa Lis, un palacete de estilo modernista que tiene unas vidrieras coloridas de lo más bonitas. Su fachada es fascinante y su interior acoge el Museo de Art Nouveau Art Déco. Si te interesa este movimiento artístico, puedes comprar allí mismo la entrada aunque la mayoría de visitantes se quedan en el exterior. Si quieres pasear por el Huerto de Calixto y Melibea, hazlo antes del atardecer. Abre todo el día pero cierra después de ponerse el sol. Este espacio ajardinado tiene unas vistas preciosas al río Tormes y a la Catedral. Allí encontrarás una estatua del personaje de Fernando de Rojas, la vieja Celestina. Esto es debido a que se cree que fue en este jardín donde el escritor ambientó la escena del encuentro entre los protagonistas, Calixto y Melibea.  Después de disfrutar de este agradable jardín, visita la Cueva de Salamanca, donde dice la leyenda que el diablo impartía clases de brujería. Además, los viernes y sábados entre las 21 y las 22:30h se realiza una proyección de luces haciendo honor al misterio que esconde.


Y para acabar, toca buscar un lugar donde descansar y cenar. Si te apetece tapear, la calle de Van Dick es el lugar indicado para ello.


¿Qué verás hoy?

Día 3:

Convento de San Esteban, convento de Las Dueñas y Palacio de la Salina

Este último día en Salamanca comienza con la visita al Convento de San Esteban, perteneciente a la Orden de los Dominicos. Esta iglesia tiene una fachada llena de detalles en relieve y es un ejemplo del gótico tardío y, sobre todo, del arte renacentista. Su interior destaca por el coro, el retablo mayor y las columnas salomónicas. En este convento estuvo Cristóbal Colón y vivió y estudió Fray Francisco de Vitoria, teólogo, filósofo, jurista y catedrático, precursor de los derechos humanos y los derechos internacionales. El convento abre por la mañana a las 10h así que tienes tiempo de desayunar tranquilamente antes de entrar.


Del convento de San Esteban, a tan solo 1 minuto a pie, llegarás al convento de Las Dueñas. También de la Orden de los Dominicos. Este convento destaca por su hermoso claustro y por los fabulosos dulces que elaboran las monjas. Aprovecha para llevarte algunas de sus pastas caseras, amarguillos, galletas de nata, hojaldres y mantecados.


Como final a este fin de semana, acabamos este itinerario por Salamanca en el Palacio de la Salina o de Fonseca. Su entrada es gratuita pero su acceso al público es solo al patio, el lugar más interesante por sus columnas dantescas en las que aparecen diferentes personajes con torsos retorcidos. Este palacio fue también estanco de sal, de ahí el nombre popular, y actualmente es la sede de la Diputación Provincial de Salamanca. Abre a las 11 de la mañana así que mejor visitar primero los conventos mencionados anteriormente, muy próximos a este monumento.


Si te sobra tiempo y ganas, en la calle Toro y la calle Zamora encontrarás gran diversidad de tiendas y comercios donde realizar algunas compras antes de regresar a casa. 


¿Qué verás hoy?

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