Tu viaje a Toledo

El Monasterio de San Juan de los Reyes es obra del arquitecto Juan Guas, quien lo construyó en 1476 por mandato de Isabel I de Castilla en honor al nacimiento de su hijo Juan y con la finalidad de que fuese el mausoleo familiar. Aunque finalmente no fue así, ya que los restos de los Reyes Católicos descansan en la Capilla Real de la Catedral de Granada, era tal el propósito que es uno de los edificios góticos isabelinos más bonitos de España. La iglesia tiene únicamente una nave que destaca por la decoración de sus bóvedas de crucero y la capilla mayor. El claustro, obra de Enrique Egas, es una obra maestra por su estilo mudéjar rodeado de arcos y frisos con adornos vegetales y animales. Por supuesto, los emblemas y escudos de las casas de Isabel y Fernando son otro de los elementos decorativos de este monasterio. Su fachada principal llama la atención por las estatuas que la decoran, algo típico en el estilo isabelino, y por las cadenas que hay colgadas en ella. Parece ser que estas cadenas pertenecieron a los cristianos liberados por Fernando el Católico en Málaga y Baeza.

Santa María la Blanca es una antigua sinagoga convertida en iglesia que conserva la arquitectura mudéjar de la época de construcción. Sus arcos y sus paredes blancas la convierten en un templo de gran belleza. Llama la atención por sus columnas decoradas con capiteles llenos de cintas, volutas y piñas. Estas piñas simbolizan la unidad del pueblo de Israel. Las figuras geométricas y elementos vegetales que encontramos en esta edificación son temas recurrentes en la iconografía judaísmo junto con la estrella de David, ubicada en la nave central de esta antigua sinagoga.

Plaza principal de Toledo y eje neurálgico de la ciudad. Antiguamente era un zoco donde se vendía ganado. De ahí su nombre que significa en árabe "mercado de bestias". Esta plaza prácticamente triangular, casi no ha sufrido modificaciones en su trazado desde la Edad Media y tiene acceso a los monumentos más representativos de la ciudad.

Iglesia en Toledo que alberga en su interior el famoso cuadro “El entierro del conde de Orgaz", obra del Greco, pintor español que residió en la ciudad. La construcción de esta parroquia se cree que fue iniciada en el 1085, por Alfonso VI. Fue casi totalmente reconstruida en el siglo XIV por el conde Orgaz y se llevaron acabo grandes modificaciones en los siglos XVI y XVII pero todavía conserva elementos del arte mudéjar, como es su característica torre. En su interior se encuentran cinco capillas y varias esculturas.