En Nativics hemos diseñado esta escapada de un día y una noche ideal para que no te falte de nada en tu visita a Zaragoza. Este plan incluye el itinerario con los lugares de interés más relevantes de la ciudad, una noche de hotel en el centro de Zaragoza y las mejores recomendaciones para tu escapada.

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Detalles de la experiencia

Guía de viaje de Escapada a Zaragoza

Día 1:

Zaragoza y sus monumentos imprescindibles

Empezamos el día en pleno centro de Zaragoza, concretamente en las murallas de Caesaraugusta.  Estas murallas, declaradas Bien de Interés Cultural, fueron construidas por los romanos, quienes otorgaron el nombre de Caesaragusta a la ciudad, en honor a su fundador Caesar Augusto. Después del paso de los siglos y tras años de conquistas de visigodos, musulmanes y cristianos, este nombre derivó en el nombre que conocemos en la actualidad: Zaragoza. Por esta razón, creemos que no hay mejor manera que empezar nuestra escapada a Zaragoza entrando a lo grande, por la Muralla Romana de Caesaraugusta. Justo a su izquierda, antes de entrar a la Plaza del Pilar, se alza una gran torre, es el Torreón de la Zuda, construida durante la invasión musulmana durante el siglo VIII. Esta torre la verás varias veces a lo largo de tu estancia en la capital aragonesa ya que se ve desde el Río Ebro, que pasa justo enfrente de ella. Continuando con la Muralla, en el otro extremo derecho, ubicado en la misma Avenida Cesar Augusto, se encuentra el Mercado Central, un local lleno de puestos de fruta, carne, pescado, charcutería, flores y otros productos locales. No es nada turístico por lo que es perfecto para conocer los productos de la zona y sentirte como un auténtico zaragozano. No es un mercado muy grande por lo que no te quitará mucho tiempo. Además, si te apetece, dentro encontrarás algunas cafeterías donde tomar algo o comerte algún pincho. Como todo en está ciudad, está de lo más animado. Este mercado está abierto de lunes a viernes de 9h a 14h y de 17:30h a 20h, y los sábados hasta las 14:30h. Una vez pasada la muralla, entrarás en la plaza más importante de Zaragoza y eje neurálgico de la ciudad: la Plaza del Pilar. En ella se llevan a cabo las celebraciones y eventos más importantes. Las más conocidas son las Fiestas del Pilar, en octubre, a las que acuden viajeros de todo el mundo. Sin duda alguna, es un lugar imprescindible para los zaragozanos y los turistas ya que alberga la Basílica de Nuestra Señora del Pilar y la Catedral (Seo). Además, en esta plaza rectangular hay varias terrazas y cafeterías donde sentarte y contemplar la imponente Basílica del Pilar y la Catedral. Una estampa digna de admirar… Ya te adelantamos, que no vas a poder parar de hacer fotos y vídeos. Y si quieres hacer algunas compras, en sus alrededores también hay varias tiendas donde comprar recordatorios, objetos religiosos o dulces típicos como el adoquín o las frutas de chocolate. 


Continuamos nuestra ruta visitando el interior de la Basílica del Pilar, una de las catedrales más grandes del mundo y cuya tradición cuenta que fue el primer templo mariano de la cristiandad. Famosa en todo el mundo, en su interior, en la Santa Capilla, se halla la Patrona de la Hispanidad, de Zaragoza y de la Guardia Civil: la Virgen del Pilar. Llamada así porque se encuentra encima de un pilar que, en realidad, es de jaspe. Además de la Virgen, esta catedral es preciosa tanto en su exterior, con sus torres que se ven desde lo lejos, como en su interior donde podrás encontrar diferentes obras de arte de Goya y pinturas del pintor Antonio González Velázquez, un retablo mayor elaborado en alabastro, así como otras sacristías y varias capillas más destinadas a Santa Ana, San José, San Antonio de Padua, San Braulio, San Agustín, Santa Rosario, San Pedro Arbués, San Lorenzo, San Joaquín y el apóstol Santiago. Como nota histórica, en las paredes podrás encontrar colgados los misiles que se lanzaron durante la Guerra Civil y que no explotaron por lo que no consiguieron destruir la Basílica, dicen que, seguramente protegida por la Virgen del Pilar. Si te fijas bien, también verás en el techo, el boquete que dejaron. Una vez termines tu visita, no te olvides de pasar por la pequeña tiendecita que hay en la salida. Allí venden las famosas cintas con la medida de la Virgen, como símbolo de protección de los enfermos y viajeros. De hecho, difícilmente no verás a un zaragozano sin esta cinta en el coche, la moto, el carrito del bebé… Así que si estás pensando en llevar algún detalle de recuerdo, nada más significativo que esta cinta.


Si quieres disfrutar de unas vistas panorámicas a la ciudad, puedes subir a la Torre Mirador del Pilar. Esta torre no tiene acceso desde el interior de la Basílica, sino que la entrada se hace desde uno de los lados del Pilar, concretamente en la torre de San Francisco de Borja. Desde allí, un ascensor de cristal panorámico te subirá 62 metros en unos 20 segundos. Eso sí, después deberás hacer el resto de la subida (18 metros) por las escaleras en caracol. No te preocupes porque hay dos tramos donde parar a descansar antes de llegar al gran mirador acristalado, ubicado a 80 metros de altura y con unas vistas espectaculares de 360º a la ciudad, con el río Ebro a un lado y las cúpulas de la Basílica, al otro. Una vez vista la Pilarica, toca descubrir la Catedral de la Seo (también llamada catedral del Salvador), ubicada en la misma plaza. Al terminar tu visita, entre la Basílica y la Seo, se encuentra el Museo de La Lonja. El acceso es gratuito y su interior alberga exposiciones temporales. Este edificio, declarado Bien de Interés Cultural, es de una gran importancia y belleza ya que está considerado como uno de los edificios civiles más importantes del siglo XVI en España, donde se llevaban a cabo las relaciones comerciales y mercantiles. En 1983, esta construcción acogió la sesión constitutiva de la I Legislatura, tras las primeras elecciones autonómicas de Aragón. Con una arquitectura renacentista basada en las Lonjas de Mallorca y Valencia, el diseño interior de La Lonja de Zaragoza está constituido por un gran salón de bóvedas de crucería y tres pisos donde se organizan las diferentes exposiciones temporales. Además, no te puedes perder el caballito de la Lonja, una estatua de bronce que homenajea al antiguo caballo de cartón piedra que utilizaba el fotógrafo Ángel Cordero Gracia para fotografiar a los niños de la ciudad. Estuvo en esa plaza, en ese mismo lugar, sacando sonrisas desde 1925 hasta 1978. Querido por todos los zaragozanos, ahora, niños y familias de todos los lugares, siguen haciéndose fotos y sonriendo encima del caballo de bronce. Si llega la hora de comer, nuestra recomendación es que te dirijas a la zona de Santa Marta, donde encontrarás diferentes restaurantes, bares y cafeterías. Ideal para probar algunas de las tapas y platos típicos de Zaragoza. 


Durante la tarde, si tienes tiempo y ganas, puedes ir hasta el Museo de los Faroles y del Rosario de Zaragoza, en el interior de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. Aquí se guardan los pasos para la procesión de la Virgen del Pilar. Los Faroles y el Rosario de Cristal representan a cada una de las partes del rezo del rosario: Misterios, Padrenuestros, Avemarías, Glorias y la Letanía y están realizados con más de 300 piezas en forma de carrozas y estandartes de cristal iluminados. Para terminar el día, nada mejor que ver el atardecer desde el Puente de Piedra. Este puente que atraviesa el río Ebro, es el más antiguo de la ciudad y en su recorrido se hallan diferentes miradores con vistas espectaculares a la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, justo enfrente. Si sigues caminando hasta el final llegarás hasta el Balcón de San Lázaro, justo al otro lado del río Ebro. Por la noche, las vistas a la ciudad iluminada y a la Basílica son espectaculares. Al llegar la noche, toca relajarse y disfrutar del ambiente local de la zona de El Tubo. En este barrio encontrarás tascas, bares y restaurantes donde tapear o probar alguno de los platos tradicionales de Zaragoza. No te vayas sin probar el ternasco con patatas, las borrajas, el bacalao ajoarriero o las migas aragonesas. Aquí la gente es muy animada y puede estar tapeando y tomando algo hasta tarde. Así que aprovecha para disfrutar como un zaragozano más. 


¿Qué verás hoy?

Día 2:

Despedida de Zaragoza y regreso a casa

Después de pasar la noche en el centro de Zaragoza, antes de regresar a casa y dependiendo del tiempo que dispongas, puedes aprovechar el día para pasear por el Parque Grande de Labordeta o ir a alguno de los museos de la ciudad como el Museo de Zaragoza, de entrada gratuita, o el Museo Goya, la entrada puedes adquirirla en el mismo museo o en su web. Si prefieres ir más relajado, desayuna tranquilamente, da la última vuelta por la Plaza del Pilar y despídete de esta monumental ciudad. ¡Hasta pronto, Zaragoza!



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